De
nuevo en mi ventana
Hoy
de nuevo estoy sentado delante de mi ventana, para los que están al otro lado, entiendo, que tiene que ser el mismo sentimiento de situación, “delante”. En fin,
es una apreciación mía sin ningún sentido que se pueda destacar.
Como
digo, estoy en esa posición observando, mirando, todo aquello que se mueve, y
a su vez, escuchando cualquier sonido que proceda del exterior, que sobrepase
los gruesos muros de mi vivienda.
Como
he dicho, estoy entretenido en esos menesteres para dar rienda suelta a ese
tiempo muerto que uno no sabe cómo procesar con alguna ocupación. Puedo ver los
objetos inertes que están situados delante de mí, están ahí quietos. Me detengo
en sus colores y formas, e intento dilucidar su utilidad, si es que tienen
alguna.
Ahora
doy un giro en mi abstracción, y me detengo, sobre todo, la mirada en las personas
a su paso por los translucidos cristales de mi ventana. Puedo ver que, las
personas son variopintas en el vestir, en el andar, en los movimientos. Y es
por ello, es que empiezo a vagar por mi mente preguntándome ¿cómo son? ¿qué hacen?
¿a qué se dedican?
En
fin, llegó la hora de levantar el culo del sillón y desplazarme a otro aposento
de la vivienda, pues oigo que requieren mi presencia. En otro momento seguiré
con está contemplación.
bayekas
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