Un deseo
para el año nuevo (24.12.2018)
Se
acercaba fin de año y los ángeles se sentaron al borde de las nubes a escuchar
los deseos que llegaban desde la Tierra. Un joven ángel preguntó a uno más
veterano qué es lo que pedían.
—Lo de siempre: amor, paz, salud,
felicidad… —Le respondió.
—Todas esas cosas son importantes —Dijo el primero.
—Llevo siglos escuchando lo mismo y los
hombres no entienden que esas cosas nunca van a llegar caídas del cielo —Asevero el segundo.
—¿Y cómo podríamos ayudarles? —Insistió el joven.
—¿Te animarías a bajar con un mensaje y
susurrarlo al oído de las personas? —Propuso
el mayor.
Y así
fue, el angelito estuvo susurrando hasta que llegó al último día del año. A
punto de dar las doce, el ángel viejo se sintió satisfecho al oír de un hombre:
—Un año nuevo comienza. Empecemos desde ya
a crear un mundo distinto, mejor, sin violencia, sin armas, sin fronteras, con
amor, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres. Unamos
nuestras manos y formemos una cadena humana hasta sentir que el calor de
nuestros cuerpos va pasando de uno a otro. Si queremos, podemos conseguirlo, y si
no lo hacemos, estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir
nuestra propia felicidad.
Porque
sólo trabajando con empeño por aquello que deseamos nos hará alcanzarlo.
El rincón
del pensamiento (Pronto)
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