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jueves, 11 de octubre de 2018

El anciano y la pregunta trampa


El anciano y la pregunta trampa

Había una vez un hombre muy anciano que, por su experiencia y años, tenía una notable sabiduría.

Todos los aldeanos, en un momento u otro le pedían consejo o le contaban sus problemas. Este anciano con paciencia escuchaba a todos.

Una vez terminado cada aldeano su exposición, el sabio anciano con una naturalidad envidiable daba su resolución, que en la mayoría de los casos era acertada.

Un día se acercó un joven al sitio donde habitualmente se ponía el anciano, pero el joven estaba situado enfrente de donde se encontraba el anciano y les separaba un pequeño barranco.

El joven ni corto ni perezoso, queriendo probarle, le pregunta:

--¿Quiero estar en el otro lado!

El anciano sin inmutarse, le contesta:

--¡Hijo, ya estás en el otro lado!

Muchas veces no hacemos la pregunta correcta, por lo que la respuesta nunca será nunca la adecuada.
bayekas

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