Buscar este blog

viernes, 11 de enero de 2019

El anciano del árbol (11.01.2019)


El anciano del árbol (11.01.2019)

El anciano estaba recostado debajo del árbol y, como cada mañana, miraba el pasar de los transeúntes en su viajar, de pronto uno de ellos, paró su auto y se apeó para acercarse donde estaba situado el longevo sabio.

Una vez llegado a su altura, le pidió permiso para poder sentarse a su lado. El anciano asintiendo con la cabeza autorizó al extraño para que se posará junto a él.

El hombre mayor no mencionaba palabra alguna, sólo se limitaba a observar a la persona que estaba enfrente suya. Podía ver qué se encontraba algo nervioso, tal vez, intranquilo, la cabeza la tenía baja y la mirada fija en el suelo.

Paso un tiempo sin determinar y sin que ninguno mencionará palabra alguna, como si se estuvieran estudiando. En el silencio se oía el canto de los pájaros, el movimiento de las hojas del árbol debido al poco viento que soplaba.

Ninguno se atrevía a ser el primero en preguntar. Así transcurría el tiempo.

El extraño viajero levantó la cabeza y mirando al anciano le dijo: —Buenos días, buen hombre.

El anciano replicó, —que lo sean para ti también.

Volvió hacerse el silencio.

Al rato el hombre preguntó —¿Es usted de por aquí?

El viejo asiento con la cabeza y su vez lo acompaño con: —Sí, de los alrededores.

El interlocutor le volvió a preguntar: —¿Está usted aquí todos los días?

El anciano ni se molestó en pronunciar palabra, sólo afirmó moviendo la cabeza.

Se hizo de nuevo el silencio.

El extraño le pregunta, —¿Es usted el sabio del árbol?

—Yo soy aquel que se sienta debajo de él, —repuso el anciano.

Me podría decir, —¿Por qué hay tanta estupidez humana?

El sabio anciano medito un buen rato y le respondió —¡Por qué en el mundo hay muchos gilipollas cómo tú|

Moraleja,- Antes de hablar piensa y si no sabes o no puedes, quédate callado que estarás mejor.
bayekas

Si se me permite (11.01.2019):


Si se me permite (11.01.2019):

La vida nos enseña que cuando uno se dirige a los demás, pero éstos de una u otra medida no responden, o falta comunicación o lo más lamentable, no hay interés por la otra parte.

Un sabio indico a su discípulo en un momento determinado:

—"Tú eres la gente, pero si ves que la gente no eres tú, lo mejor es dejar a la gente para que siempre seas tú y no los demás."

Lo mejor es que cada uno de nosotros reflexionemos sobre esto, eso o aquello, porque siempre sacaremos una buena conclusión. Cuando se enmudece, se acaba la comunicación, siendo ésta muy necesaria para un buen entendimiento.
bayekas

Fábula de los tres leones (11.01.2019)


Fábula de los tres leones (11.01.2019)


En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión.

Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes.
—¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? —¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí:
—Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos… Necesitamos saber cuál será el elegido, pero, ¿Cómo descubrirlo?

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, les comunicaron a los tres leones la decisión tomada:
—Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.

La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.

El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.

El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:
—¡Yo sé quién debe ser el rey!

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.
—¿Cómo?, preguntaron todos.

—Es simple...— dijo el águila. —Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.

El primer león dijo: —¡Montaña, me has vencido!

El segundo león dijo: —¡Montaña, me has vencido!

El tercer león dijo: —¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.

—La diferencia, —completó el águila, —es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de sí mismo, y está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales.

MORALEJA
No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.


Una vital diferencia (11.01.2019)


Una vital diferencia (11.01.2019)

Le preguntaron cierta vez a Uwais, el Sufí:

—¿Qué es lo que la Gracia te ha dado?

Y les respondió:

—Cuando me despierto por las mañanas, me siento como un hombre que no está seguro de vivir hasta la noche.

Le volvieron a preguntar:

—Pero esto ¿no lo saben todos los hombres?

Y replicó Uwais:

—Sí, lo saben, Pero no todos lo sienten.

Jamás se ha emborrachado nadie a base de comprender intelec¬tualmente la palabra VINO.

El señor que amaba a los dragones (11.01.2019)


El señor que amaba a los dragones (11.01.2019)

Este era un hombre llamado Ye, que tenía una afición obsesiva por los dragones. Admiraba su forma, la manera como miraban. Se extasiaba al ver las láminas que los representaban echando fuego por la boca y sometiendo a todos los enemigos con los que se enfrentaban.

Era tal su admiración por los dragones que conocía todas las leyendas que los mencionaban. También mandó pintar gigantescos dragones en su casa, tanto en las paredes como en los techos. Su casa parecía un templo dedicado a los dragones.

Una noche, cuando menos lo esperaba, por una de las ventanas irrumpió la cabeza de un dragón. Sin darle tiempo a reaccionar, comenzó a echar fuego por sus fauces y el hombre amante de los dragones corrió y gritó por todas partes. El señor Ye solo atinó a huir como pudo y casi se vuelve loco de la impresión.

Esta es una de las fábulas chinas que nos enseña a amar las realidades concretas, no aquellas que están en nuestra mente.

Nunca esperes de los… (11.01.2019)


Nunca esperes de los… (11.01.2019)

Nunca esperes de los demás, lo que tú no estés dispuesto hacer y dar.
bayekas

Nunca vaguees en… (11.1.2019)


Nunca vaguees en… (11.1.2019)

Nunca vaguees en el habla, ya qué pierdes que los demás te puedan entender.
bayekas

Cuando en la vida… (11.01.2019)


Cuando en la vida… (11.01.2019)

Cuando en la vida caminas sin rumbo fijo, estás perdiendo el destino previsto.
bayekas

Define tu postura… (11.01.2019)


Define tu postura… (11.01.2019)

Define tu postura, porque tus decisiones dependen de ello.
bayekas

Si caminas por… (11.01.2019)


Si caminas por… (11.01.2019)

Si caminas por un empedrado en vez de por una vereda, es una penitencia que tú no te has encontrado.
bayekas