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viernes, 3 de mayo de 2019

El pequeño Juanito (02.05.2019)


El pequeño Juanito (02.05.2019)

Juanito es un niño pequeño, lo es, porque tiene tres añitos, simplemente por eso. A Juanito, le gusta hablar con su mamá y papá. Si le dejarán estaría todo el día de cháchara, decía su papá.

Al niño no le importa ni el momento ni el lugar, sólo quiere hablar y hablar, parece un político delante de las cámaras de televisión, qué sólo hablan sin pensar, diciendo esto o aquello, sin apenas detenerse en lo que están hablando. Ellos sólo quieren que se les escuché, lo mismo que si estuvieran en un mitin. Los políticos en sin, sólo prefieren monólogos, así pueden exponer lo que les venga en gana sin que nadie les calle o les interrumpan.

Así es él, infantil crío. Él sólo quiere que se le escuché, habla que te habla con el único objetivo que sus padres dejen todo en ese instante y estén escuchándole en cualquier momento.

Una vez, Juanito, en esas charlas que les imponía a su mamá y papá, les dijo que quería ser escritor. El papá asombrado le pregunto, — ¿Hijo mío, por qué quieres ser escritor?

El niño, sin pensarlo dos veces, le respondió, —Porque ya se escribir. Agregando, además —¡Mira! Y a continuación cogió un cuaderno y se puso a escribir. Una vez terminado, se lo pasó a su papá para que lo leyera en voz alta.

El papá tomó el cuaderno, lo miró, y echándose a reír, empezó a leer lo que estaba en el mismo, —a, e, i, o, u.

Cuándo acabó la lectura, el papá de Juanito, le comentó, —¿Y con esto quieres escritor, escribir un cuento?

El niño, sin tener ningún reparo le dijo, —Como has podido leer y comprobar, ya se escribir, tengo un comienzo.

El papá no salía de su asombro con las contestaciones y los argumentos de su pequeño hijo, por lo que procedió a coger un libro del estante, donde se acumulaban los libros y el polvo con el paso del tiempo, y enseñándolo uno que había escogido al azar, le dijo —Ves, los libros contienen más letras de las que tú conoces.

El niño hizo un suspiro de asombro y paciencia, atajando a su papá, con las siguientes palabras, le contestó, —Esperaré un rato que, cuando conozca más letras, las pondré en un papel para qué tú y los demás se divierta con su lectura.

Su papá sin remediar una nueva sonrisa que se asomaba en sus labios, comento, —He aquí un nuevo y futuro escritor.

Nunca se acabarán los escritores mientras viva el ingenio y la inventiva.
bayekas

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