El
muñeco de nieve (08.12.2018)
Había
dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron
a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada. La hija del
herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entregó a la
tarea de moldearla.
—Haré un muñeco como el
hermanito que hubiera deseado tener—Se dijo.
Le
salió un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca.
La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su
inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba,
le mimaba…
Pero
pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol más cálidos… El
muñeco se fundió sin dejar más rastro de su existencia que un charquito son dos
carbones y un botón rojo. La niña lloró con desconsuelo.
Un
viejecito, que buscaba en el sol la tibieza para su invierno, le dijo
dulcemente:
—Seca tus lágrimas,
bonita, porque acabas de recibir una gran lección, ahora ya sabes que no debe
ponerse el corazón en cosas perecederas—
Moraleja.- Somos sólo pasajeros en este mundo, por eso, todo tiene una limitación, nada es eterno, nuestras cosas materiales son superfluas que en el último viaje de nuestra vida no tendrán cabida en nuestro equipaje. (bayekas)
Textos tratados por la Profesora (Concepción) en clase
No hay comentarios:
Publicar un comentario