¿Somos
lo que nos creemos o lo que en realidad somos?
Soñamos
ser algo muy distinto a lo que realmente somos. Creemos ser lo que nuestra
mente imagina, pero no concuerda con la realidad.
Si
fuera así, ser lo que pensamos, estaríamos todos los días siendo una persona
distinta, cambiaríamos de personaje como el que cambia de traje.
Un
día uno, al día siguiente otro protagonista, al siguiente otro distinto, vamos
que seríamos como los actores y, nuestra vida sería un cambio continuo de
libreto, de guion.
Pero
no es así, la realidad no es un sueño que ejecutamos dependiendo del ánimo con
el que nos encontremos, podemos esforzarnos por cambiar, pero esto no sería ser
distinto cada día o en cada momento, somos lo que somos nos guste o no, podemos
mejorar, pero nada más.
Somos
frustraciones, miedos, alegrías, tristezas, desengaños, miseria, felicidad y
más, pero todo eso es un acompañante a nuestro ser, en nuestro viaje en esta
vida. No nos engañemos.
Esforzarse
en mejorar no es cambiar de comediante, no es ser otra persona. Tenemos
virtudes que sabiendo aprovecharlas sacará de nuestro interior lo mejor de
nosotros, con ello no seremos una persona nueva, que va, seremos los mismos,
pero con un comportamiento distinto, con otra fortaleza.
Empecemos
a vernos tal como somos, a querernos, con nuestros fallos y defectos, y
entonces, estaremos cambiando para ser mejor, con el compromiso de esforzarnos
en hacer todo aquello que nos propongamos.
La
verdad ésta en nosotros, no en lo que soñemos, pensemos.
No
te arrepientas de vivir tal como eres, tú vida es un encanto, no la
desperdicies con sueños, pues son irreales.
bayekas
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