El
cuento de la mentira
Era
un hombre tan mentiroso que hasta él se creía sus propias mentiras. La palabra
verdad no la conocía y menos el significado de ésta. Este hombre no recordaba
cuándo comenzó todo, tampoco el motivo que le obligó desterrar de su
conocimiento y mente la palabra "verdad", él sólo sabía o recordaba
que su vida era así.
El
hombre sólo vivía en un cuento, en eso había convertido su vida, por lo que
cada mañana, antes de hacer nada, inventaba como iba a transcurrir el día o por
lo menos, como pretendía que iba a ser. Él, desarrollaba en su mente como iba a
vivir, sucederse el día, cada minuto y hora lo tenía grabado en su mente paso a
paso, cada hecho o situación, todo lo tenía bien descrito, incluso, como se iba
a comportar.
Una
vez que tuvo grabado todo en su mente, como si su vida fuera una continua obra
de teatro que se estuviera representando en cada momento y él fuera el actor
principal, los demás eran secundarios o de relleno, se dispuso a salir al
exterior.
Estando
en la calle, iba pormenorizando como tenía que comportarse y las contestaciones
que debía de dar, dependiendo de la pregunta que le hicieran.
En
eso que, se le acerca su vecino Juanito, él con una educación exquisita, le
dice —Buenos días Juanito— El vecino sin inmutarse, le devuelve el saludo.
Hecho
el contacto, Juanito le pregunta algo sobre su vida, ya que le parecía un
hombre muy misterioso, y éste sin dudar ningún momento, empieza con relato de
su supuesta vida. Le narra toda ella con pelos y señales sin omitir el más
mínimo detalle. El otro absorto, no deja de escucharle.
Al
cabo de un buen rato termina de describirle su vida. Juanito no sale de su
asombro, pues no termina de digerir todo lo relatado. Una vez recuperado,
Juanito le comenta —Tú te acabas de leer el libro de las mil y una noche,
porque me lo acabas de narrar de “pe a pa”—
El
mentiroso, al ser descubierto su falsa vida y sin saber que contestar, se da la
media vuelta y encamina para su casa, descubriendo que la mentira tiene muchas
patas, pero poco camino, pues Juanito le había dejado sin argumentos para que
siguiera el cuento de esa vida de mentira en la que se había envuelto.
Recuerda,
la mentira es una creencia hasta que se descubre la falsedad, cuando esto
sucede, la falacia se desmorona como un castillo de arena que el agua lo
arrasa, quedando, por tanto, al final el reino de la verdad.
Y,
para terminar, la verdad es un concepto de difícil definición.
En
cambio, la mentira es una expresión contraria a lo que se sabe, se piensa o se
cree.
En
ese sentido Michael Jackson nos dice, la mentira corre carreras cortas, pero la
verdad corre maratones.
bayekas
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