Érase
en un pueblo de los llanos.....
Érase
en un pueblo de los llanos de La Macha.
¿Qué
mancha?
¡No!
De los llanos de La Macha, esa llana extensión.
¡Ah!
Creía que te referías a la mancha llana que se extiende en cualquier posición,
vamos, una mancha como tantas, que se lava y la mancha desaparece del sitio y,
cómo no, de posición. Prosiga usted, señor.
Bueno,
como decía, Érase en los llanos de La Mancha, un noble caballero, que en su
alazán montaba, ese hidalgo aventurero.
Iba
trotando en su jamelgo, investido como era, llevaba una hermosa coraza, además
de espada, escudo, y cómo no, hasta lanza.
Cabalgaba
sin cesar por esos llanos ya nombrados, le acompañaba en su tarea ése notable
escudero que, montando su rucio animal, le seguía a la zaga a ese caballero
aventurero.
Era
tan notable su quehacer, que un libro le escribieron. No me digas que nos saben
a quién hoy me refiero.
bayekas
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