Un
pequeño, pero pequeño cuento
Había
un hombre haciendo equilibrio en una cuerda, éste, se pasaba horas y días con
su afición. El hombre no se cansaba de su menester.
Si
en algún momento le asomaba el desaliento, se armaba de valor, y el mismo ante
la ausencia de público, se animaba y jaleaba.
Esta
persona era muy feliz con su labor.
Un
día, se le acercó uno, se paró, y le estuvo observando.
Una
y otra vez, el equilibrista, se afanaba en su número para mejorarlo, cada vez
se esforzaba más y más.
El
señor que miraba, le dijo:
—Llevo
días pasando por aquí, le miró, y no comprendo que es lo que está haciendo y
que pretende.
El
equilibrista le contestó:
—Es
evidente, estoy practicando equilibrio sobre la cuerda, soy, como es evidente,
equilibrista.
—Ya,
pero usted no es equilibrista —Le contestó la persona que miraba.
—Bueno,
eso lo dice usted —Balbuceo el equilibrista.
Sumamente
enfadado el señor que miraba, pues creía que le estaba tomando el pelo, le
volvió a decir -Parece usted tonto, argumenta que es equilibrista, pero tiene
la cuerda al ras del suelo, tanto usted, como la cuerda, no se despega del
pavimento.
—Puede
que yo sea tonto por hacer lo que hago -le llegó a decir el equilibrista,
prosiguiendo con sus argumentos le dijo -Pero usted, no es muy listo, por mirar
lo que se supone que hace el tonto. y encima, se enfada por lo que yo hago
—Concluyendo
el equilibrista —Si no le gusta, para que mira, siendo usted tan listo.
No
olvides que, el tonto en esta vida puede llegar a ser listo, y al revés, el
listo puede llegar a ser tonto.
¿Quién
crees que tiene más ventajas?
bayekas
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