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jueves, 18 de octubre de 2018

Un día, un periódico


Un día, un periódico

Me pongo delante del periódico, con un café en la mano, intentando adivinar la verdad de sus exposiciones. Poco a poco ojeo el diario, voy pasando las hojas escudriñando en sus letras algo que me interese o me llame la atención. Puede que la mayoría de lo escrito, en el mismo, tenga una relevancia importante, pero para mí, no todo su contenido me importa.

Leo los encabezamientos, me detengo curiosidad en los artículos de opinión, algunos de ellos son curiosos, otros en cambio me dan risa y una minoría me llenan. Los leo y releo para poder entender todo su contenido y, posiblemente, el trasfondo que ocultan.

Desde luego, a veces, sólo a veces, encuentro algo que me obliga a pasarlo a mi cuaderno de notas. En estos momentos, en uno de ellos, he podido leer y anotar algo que me ha llamado mucho la atención: Primero por su contenido, después, por lo que dice, y en un plano principal, por lo que se puede deducir.

Creo que lo mejor es poner este texto corto de John Major, Primer Ministro del Reino Unido, entre los años 1990-1997:

“Quienes prometieron lo que nunca podrán cumplir tienen mucho de lo que responder.

Persuadieron a una población engañada que votará ser más pobre y más débil. Eso ni olvidado ni perdonado.”

Entiendo que, si esto se aplicara a la política española y al sindicalismo realizado, estaríamos ante una hecatombe de estas clases privilegiadas.

Pero lo más interesante, es que, después de su lectura, tú mismo sacaras una conclusión y lo aplicaras sobre ellos. Un voto es una razón, una mentira o una promesa incumplida no tiene ningún perdón.
bayekas

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